Cuando el ciudadano inglés Daniel Godfrey y su esposa, la barranquillera Sheryl Campo, hace unos 14 años decidieron tomar rumbo a España en busca de una mejor vida, no sabían que le acababan de abrir la puerta a uno de sus hijos menores, en el competitivo mundo del fútbol ibérico.

Y menos se imaginaron que el pequeño Andrés Felipe, que para la fecha de la mudanza a Europa era un niño de brazos, terminaría siendo uno de los convocados a la Selección de España Sub-16, en este año 2022.

“Me vine muy pequeño, sobre un año o dos. Me vine a España, a Málaga, y después jugué en equipos de barrio durante mucho tiempo, luego fiché por el Alavés”, contó vía celular, minutos antes de salir a entrenar Andrés Godfrey Campo.

Con 15 años, no tiene recuerdo alguno de la Barranquilla de su madre, aunque por sus venas corra la sangre colombiana, en medio de una pintoresca familia.

Como se señaló, sus padres son un matrimonio colombo-británico, sus primeros tres hijos son de nacimiento colombianos y el cuarto, español.

Esa pluralidad de naciones, tal vez, es lo que le haya hecho abrir los ojos y estar bastante despierto al cambiante mundo del fútbol español.

Este volante de primera línea tuvo que abrirse campo, poco a poco, primero al estar dos años a pruebas en su primer club, el Málaga, el equipo de la región donde se instaló con sus padres.

Luego de eso, tras pasar el periodo de prueba, fue fichado. Así mismo, luego, le llegó una nueva oferta. No lo pensó mucho y tal como sus padres unos años antes, se la jugó a cambiar de destino.  

“Estuve unos años de prueba, luego dos años fichado, pues estando jugando me llamó el Alavés y decidí venir a probar suerte”, indicó.

Así que empacó sus maletas y se fue en solitario, con alma de aventurero, a ver que le tenía el destino.  

El año pasado, por su buen desempeño, la Selección España sub-16 lo convocó, pero por falta de papeles, no pudo asistir. Este año, con la nacionalidad española recién otorgada, volvió a estar en el sonajero.

“Me enteré ayer, sabía que sí tenía posibilidades, el año pasado estuve convocado, pero por temas de papeles no podía ir. Tampoco tenía tantas esperanzas. Me he emocionado mucho”, confesó.  

Fue Sheryl Campo, su madre, junto a una catarata de felicitaciones de sus familiares de Barranquilla, lo que lo alertaron de que estaba en el seleccionado ibérico.

“Me he enterado cuando mi madre y toda mi familia comenzó a mandar la convocatoria, he quedado muy emocionado”, recalcó.

El torneo que disputará será El Albir, donde España se medirá ante sus similares de Estados Unidos, Japón, Gales, Bélgica, Inglaterra, México y Alemania.

Prácticamente, un ‘Mundialito’.  

Ahora que se alista a salir a medirse a países de todas las latitudes, resulta curioso pensar que desde que marchó de Barranquilla, jamás volvió a sentir la brisa de la esquina donde el Mar Caribe se encuentra con el Río Magdalena.

“Nunca he estado por ahí (Barranquilla). Desde que me fui, nunca volví”, admite.

Sheryl le ha comentado algunas cosas, pero siempre le ha remarcado que se encuentran mejor en España.  

“Mi madre tampoco me cuenta mucho (risas). Me dice que ahí se está bien, pero que acá se está mejor”, enfatizó.

Andrés Felipe seguirá en su camino, tratando de marcar la diferencia con su talento. La habilidad sudamericana para la posición de volante ‘6’, desarrollado con el método de entrenamiento de los españoles.

Tal vez, algún día pueda regresar a la tierra de sus raíces, a conocer la tierra de sus familiares y recorra las calles por donde caminó su madre de joven.

Y posiblemente cuando lo haga no será solo otro canterano, pero sí seguramente un barranquillero más.